¿Qué es una ola de calor?
Normalmente se define como ola de calor al aumento notable de las temperaturas de una región específica, durante un periodo prolongado de tiempo. Casi siempre entre dos y tres días consecutivos. Según los estudios sobre estos fenómenos, se esperan que se vuelvan más frecuentes y graves en el futuro debido al cambio climático.
Las olas de calor no afectan de la misma manera a las áreas rurales y a las urbanas. Por la forma como se construyen y los materiales que usan, muchas ciudades producen un fenómeno llamado Isla de Calor Urbana. Por ejemplo, un pavimento de asfalto se calienta más que un jardín. Por lo anterior, las ciudades tienden a calentarse más que las áreas rurales .
Consecuencias de las olas de calor
Las olas de calor pueden tener consecuencias negativas sobre la salud como deshidratación, vómitos, dolores de cabeza, síntomas gastrointestinales como la diarrea y tendencia a desarrollar enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares y respiratorios. Además dichos efectos sobre la salud dependen, también de si se producen a principios o ya avanzado el verano. Esto es lo que se concluye de una investigación internacional, donde se observa que el riesgo de mortalidad se reduce a medida que va entrando el verano, posiblemente por factores como la aclimatación de las personas o la adquisición de medidas preventivas.
Las autoridades sanitarias recomiendan, entre otras muchas medidas preventivas, estar en espacios ventilados y disfrutar de un óptimo descanso
Aislamiento de la vivienda contra las olas de calor
Un correcto aislamiento de una vivienda no sólo actúa frente a las bajas temperaturas sino que frente a las olas de calor también.
Gracias al aislamiento se consigue regular la temperatura interior de la vivienda hasta llegar a la temperatura confort y así poder tener, tal y como lo recomiendan las autoridades sanitarias, un óptimo descanso.
Una vez tenemos claro que el aislamiento de vivienda es fundamental tanto para invierno como para verano, hemos de elegir el material óptimo para ello.
Frente a todos los materiales aislantes existente, destaca uno por encima de ellos: los gránulos de poliuretano reciclado (Tipo RALIP). Material aislante procedente del reciclado de un producto ya utilizado en su origen como aislante de altas prestaciones en la industria, sin que se haya mermado sus características aislantes tras su primera etapa como aislante durante años. Y esto es debido a su índice de conductividad térmica de 0,0315 (W/mK), el más bajo.
Aislamiento de vivienda con RALIP contra el calor en verano
Por todo ello con los gránulos de poliuretano reciclado (Tipo RALIP) no sólo combatirás el frío y el calor sino que reducirás los elevados costes de energía (calefacción, aire acondicionado) del hogar y lo más importante alcanzarás un confort en la vivienda.
Si a todo lo anterior le sumas que la aplicación del RALIP mediante la técnica del insuflado, incluso en plena ola de calor, el plazo de ejecución es de un día, por lo que podemos protegernos de las siguientes olas de calor en el mismo año; Y que es un producto 100% reciclado y 100% reciclable, siendo un producto en consonancia con los estándares medio ambientales.
Por último, RALIP sería la mejor opción a la hora de apostar por combatir las altas temperaturas o bajas que estamos sufriendo en los últimos años.
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