Diferencias entre aislamientos: Perlas de poliestireno expandido (EPS) y los gránulos de poliuretano reciclado (RALIP).

El aislamiento térmico en fachadas de edificios o viviendas mediante el insuflado en cámara de aire no está relacionado únicamente con una cuestión de ahorro económico y eficiencia energética, sino que también juega un papel fundamental en aspectos relacionados como el confort

El insuflado en cámara de aire de la envolvente térmica en edificios o viviendas consigue no solo que el bienestar en el interior del edificio aumente, también repercute positivamente en una reducción del importe de la factura al no requerir de los sistemas de calefacción y refrigeración para lograr una temperatura agradable. Y además se contribuye a la mejora de la eficiencia energética de los edificios, aportando sostenibilidad.

Son muchos los tipos de aislamiento térmico para fachadas que existen para conseguir este confort térmico y acústico, nos centraremos en dos: Perlas de poliestireno expandido (EPS) y los gránulos de poliuretano reciclado (RALIP).

Perlas de poliestireno expandido (EPS)
Gránulos de poliuretano reciclado (RALIP)

Caracteristicas de las Perlas de poliestireno expandido (EPS) y los gránulos de poliuretano reciclado (RALIP).

Las perlas de Neopor (EPS) tiene una densidad aparente de 20kg/m3, frente a los 25kg/m3 del RALIP. En lo referente a la distribución del Neopor en la cámara de aire, debido a su geometría esférica tienden a la reorganización interna y con posibilidades de vaciado por cualquier hueco en pared. Para ello, deben ser configuradas mediante algún tipo de ligante tipo resina para fijar la estructura interna. Frente a ello, el RALIP no se reorganiza en el interior generando huecos futuros. Este material trabaja bajo el mismo principio de los balastos de las vías de tren, en las cuales, éstas se disponen encima del mismo y están simplemente apoyados, sin utilizar ligante alguno para permitir el paso del tren. Únicamente se sostienen por el rozamiento entre las caras de las rocas. Por lo tanto, permite que, una vez insuflados, un cambio de ventanas, por ejemplo, dado que, no se desmorona la estructura que conforman, aunque queden expuestos al aire. Igualmente, no se producen fugas por huecos de bases de enchufes, en caso de ser necesaria una sustitución o reparación de los mismos.

Al ser muy uniforme impide que el agua de la lluvia pueda introducirse en el interior de los materiales de albañilería a través de la capa de aislamiento.

Uno de los puntos más importantes a la hora de decir que material es más idóneo es el índice de Conductividad Térmica porque una vez rellenada la cámara de aire se mejora de una manera contundente la Transmitancia Térmica U (W/m2K), con lo que se consigue evitar que el aire circule libremente y de esta forma, mejorar tanto los consumos de energía final. El Neopor tiene un índice de Conductividad Térmica de 0,033 (W/mK), frente a los 0,0315 (W/mK) del RALIP. La diferencia en los índices está en alcanzar el confort en la vivienda o no.

Por último, y no menos importante, trataremos el asunto de la economía circular, aquella en la que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantienen en la economía durante el mayor tiempo posible. El Neopor se obtiene a partir de la transformación del poliestireno expandible. Esta materia prima es un polímero del estireno que contiene un agente expansor, el pentano. El RALIP parte de un aislamiento térmico de alta capacidad existente y se convierte en otro aislamiento térmico para viviendas mediante su reciclaje, siendo el único material existente con un porcentaje del 100% reciclado y 100% reciclable.

Por tanto, y aunque ambos sistemas consiguen aislar térmicamente el edificio o vivienda, RALIP sería la mejor opción a la hora de apostar por un sistema de aislamiento térmico dado la óptima relación prestaciones técnicas y precio.

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