Nuestras ciudades no están preparadas para soportar tan altas temperaturas. Por eso, una de las medidas recomendadas por los expertos para prevenir las altas temperaturas en la vivienda es, la actuación en la envolvente térmica de la vivienda. Es decir, la actuación en las paredes de fachada, techos o cubiertas para actuar como barrera frente a las temperaturas anormalmente altas del exterior y a la vez mantener las temperaturas bajas en el interior de la vivienda.
Un correcto aislamiento de una vivienda o la eficiencia energética en el hogar no tiene cabida solamente durante las bajas temperaturas. Cuando una vivienda carece de aislante térmico en la envolvente, en invierno el calor del sistema de calefacción se transfiere rápidamente hacia el exterior y en verano no se consigue mantener bajas temperaturas en el interior, en ambos momentos del año se consume más energía, aumentando el coste.
Conviene recordar que las viviendas con más de 10 años apenas tienen aislamiento térmico, por lo que son mucho menos eficientes y consumen mucho más aire acondicionado en verano y calefacción en invierno.
Una vez decidido a actuar en la vivienda para hacerla más eficiente y protegerse del calor o del frío hemos de tener presente los puntos débiles del aislamiento, es decir, por donde se escapa el calor o el frío de la casa y por consiguiente el aumento del gasto en calefacción o refrigeración.
Las fachadas, techos y cubiertas son los puntos donde mayor porcentaje de pérdida tiene una vivienda. Para ello existen muchos productos dedicados al aislamiento de la envolvente térmica de vivienda dependiendo de las necesidades y preferencias. Pero dentro de todos, existe uno que es el más completo en lo referente a prestaciones, calidad y precio.
Los gránulos de poliuretano reciclado (Tipo RALIP), aplicados mediante la técnica del insuflado en cámara de aire, falsos techos y cubiertas; Conseguimos proteger la vivienda frente a temperaturas altas. Esto es debido a que el RALIP procede del reciclado de un producto ya utilizado en su origen como aislante de altas prestaciones en la industria, sin que se haya mermado sus características aislantes tras su primera etapa como aislante durante años.
Al aplicarse el RALIP mediante la técnica del insuflado, incluso en plena ola de calor, el plazo de ejecución es de un día, por lo que podemos protegernos de las siguientes olas de calor en el mismo año y no dejarlo como un proyecto “para más adelante”.
Además de todo lo anterior, el RALIP tiene un índice de conductividad térmica de 0,0315 (W/mK), esto supone un ahorro energético mayor debido a su índice de conductividad más bajo, es decir, contribuye a reducir costes elevados de energía de los hogares y lo más importante alcanzar un confort en vivienda óptimo.
A todo lo anterior le añadimos que RALIP es un producto 100% reciclado y 100% reciclable, siendo un producto en consonancia con los estándares medio ambientales.
Por tanto, RALIP sería la mejor opción a la hora de apostar por combatir las altas temperaturas o bajas que estamos sufriendo en los últimos años.
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